In many ways, being an educator in our current moment is harder than it’s ever been. We see this reality playing out both at the national level and locally, where we at Deep hear about it firsthand from the educators we know and love, brave people working hard every day to lift up their classrooms of young people despite the dysfunction of the American education system. Constructing a support system for educators—who are themselves anchors in the support systems for our young people—is a vital task, and one Deep doesn’t take lightly. Most recently, Deep launched a series of workshops around educator well-being that we called Fierce Self-Compassion, a mental and emotional framework for educators that would allow them both to ground themselves and to advocate for better for themselves and their students.
Megan reimagined MSC for use in Deep Center’s context, which meant adding a lens for using the framework to advocate for a more just and equitable education system—whatever that looked like for each individual educator. At Deep, therefore, Mindful Self-Compassion became Fierce Self-Compassion. “The ultimate goal of this program is getting enough wise distance from the system we might be working in—in this case an education system built on capitalism—to see one, that as a teacher we cannot keep the burden solely on ourselves which is contributing to a lot of future burnout, and two, to hopefully be able to make changes or advocate for changes within the education system,” Megan said.
Deep’s eight-week Fierce Self-Compassion series allowed six local educators (stipended for their time) to meet after school on Mondays to talk about the neuroscience of self-criticism and the culture of urgency created by the school system. “Self-compassion is both tender and fierce. Those aren’t my words, that’s from the research. When we think about compassion, it often feels really squishy. A common misconception is that it is either selfish or weak, but the argument is that it takes the tender side and the fierce side, and that both are compassionate,” Megan said. An educator practicing Fierce Self-Compassion might, for instance, advocate against mandated classroom practices that are not serving their students well—or even bravely change these practices on their own. They might give themselves grace on difficult days, and they might stand firm in a belief in their own self-worth when colliding with the national systems which treat educators with suspicion or as replaceable cogs in a factory machine.
Megan and the Deep team are hoping to host the series as a regular part of the Deep calendar. “It’s a social-emotional learning skillset we’re training people in. Even though a lot of it is about looking at ourselves, it also affects the way we see other people, like our colleagues or our students. There’s so much responsibility piled onto our teachers and our schools and our students, so taking time to cultivate awareness in all that has generous ripple effects,” Megan said. Who knows how far those ripples could spread?
To learn more about Mindful Self-Compassion, click here.
If you know a local educator who could benefit from connecting with this series or with Deep, email Megan at megan@deepcenter.org.
To learn more about the work Deep does with local educators, click here.
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Autocompasión feroz para educadoras
En muchas maneras, ser un educador en nuestro momento actual es más difícil que nunca antes. Vemos que esta realidad se desarrolla tanto a nivel nacional como local, donde en Deep escuchamos sobre la misma de primera mano de los educadores que conocemos y amamos, personas valientes que trabajan duro todos los días para mejorar sus aulas de jóvenes a pesar de la disfunción del sistema educativo estadounidense. Construir un sistema de apoyo para los educadores, que son a su vez anclas en los sistemas de apoyo para nuestros jóvenes, es una tarea vital, y Deep no se la toma a la ligera. Más recientemente, Deep lanzó una serie de talleres en torno al bienestar de los educadores que llamamos La autocompasión feroz para educadores, un marco teórico y emocional para educadores que les permitirá tanto arraigarse como defender para mejorarse ellos mismos y a sus estudiantes.
Megan reinventó MSC para usarlo en el contexto de Deep Center, lo cual significó agregar una lente para usar el marco para abogar por un sistema educativo más justo y equitativo, sea cual sea su apariencia para cada educador individual. Por lo tanto, en Deep, la autocompasión intencional se convirtió en autocompasión feroz. “El objetivo principal de este programa es conseguir suficiente distancia inteligente del sistema para el que podríamos estar trabajando: en este caso un sistema educativo construido sobre la base del capitalismo. Para ver primero que como maestro no podemos mantener la carga únicamente en nosotros mismos lo cual está contribuyendo a mucho desgaste laboral en el futuro, y segundo, para que, con suerte, podamos hacer cambios o abogar por cambios dentro del sistema educativo”, dijo Megan.
La serie de ocho semanas de Deep, ‘La autocompasión feroz’ les permitió a seis educadores (que recibieron un estipendio por su tiempo) reunirse después de la escuela los lunes para hablar sobre la neurociencia de la autocrítica y la cultura de la urgencia creada por el sistema escolar. “La autocompasión es tanto tierna como feroz. Esas no son mis palabras, eso viene de la investigación. Cuando pensamos sobre la compasión, con frecuencia se siente muy blanda. Un error común es pensar que es egoísta o débil, pero el argumento es que tiene el lado tierno y el lado feroz, y que ambos son compasivos”, dijo Megan. Un educador que practica la autocompasión feroz, por ejemplo, abogar contra las prácticas obligatorias en el salón de clases que no les sirven a sus estudiantes bien; o incluso cambiar valientemente esas prácticas por sí mismos. Podrían ser gentiles con ellos mismos en los días difíciles y podrían mantenerse firmes creyendo en su propia autoestima cuando choquen con los sistemas nacionales que tratan a los educadores con sospecha o como engranajes reemplazables de una máquina de fábrica.
Megan y el equipo de Deep esperan poder realizar la serie como una parte regular del calendario de Deep. “Es un conjunto de habilidades de aprendizaje socioemocional en el que estamos capacitando a la gente. A pesar de que mucho de eso se trata de vernos a nosotros mismos, también afecta la manera como vemos a otras personas, como a nuestros colegas o a nuestros estudiantes. Hay mucha responsabilidad acumulada sobre nuestros maestros, nuestras escuelas y nuestros estudiantes, por lo que tomarse el tiempo para cultivar la conciencia en todo eso tiene generosos efectos en cadena”, dijo Megan. ¿Quién sabe qué tan lejos se pueden esparcir esos efectos en cadena?
Para aprender más sobre la Autocompasión Intencional, haga clic aquí.
Si conoce a un educador local que podría beneficiarse al conectarse con esta serie o con Deep, envíe un correo electrónico a Megan a megan@deepcenter.org.
Para aprender más acerca del trabajo que realiza Deep, haga clic aquí.